Por alguna soberana razón vengo relacionándome con emprendedores educativos no formales. Después de aprender de Vishal Mangalwadi sobre la responsabilidad de la iglesia de educar a las naciones, hablar con cada uno me es de mucha satisfacción.
Hasta que, impulsado por el Espíritu Santo, me atreví a convocarlos para hablar y relacionarnos, y quién sabe impulsar un movimiento, una comunidad, una red con gente de esta talla, que sumado los esfuerzos de cada uno estaríamos hablando de varios miles de impactados.